En estos días de ambiente festivo, de comidas, re-comidas, cenas y re-cenas, de ponche con alcohol o solo alcohol, de sobredosis de colesterol –alcohol de Navidad y Fin de año, con la tranquilidad de saber que cancelamos algunos de nuestros planes de viaje por la crisis –devaluación de esos próceres nacionales de diputadetes y senadoretes con aguinaldos de 175,000. pesillos y de abrazos, besos y apapachos reales y fingidos, me voy unos días con rumbo al norte de país y otros rumbos desconocidos y que como los buenos vivales, a tomarme también mi dosis de ron Potosí y añorar a la maestra de los maestros Elba Esther Gordillo, por que todos tengamos una Hummer, ¡aunque sea en la cabeza! y por que después de la festividades conservemos - durante el año de 2009 - los mismos reflejos de Bush para esquivar los zapatazos del sistema, de los políticos y polecias corruptos y de los virus de computadoras.
Va de mi parte, y a quienes de buena voluntad y así los desee aceptar, mis deseos de que a pesar de todo, nos esforcemos por aproximarnos a eso que se dice felicidad, y que tengan buena salud y una larga, productiva y divertida vida.
Polycarpio.
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Más cornadas dan... las redes sociales
Hace 7 años.
