lunes, 30 de julio de 2007

Que mas se puede desear por dos pesos IV y ¿ultimo?

Que mas se puede desear por dos pesos IV


He aquí una lista de las cosas que veo y hago diariamente en mis viajes por el metro, y que ojala nos contabilizara millas como en las líneas aéreas, lo presnto en frma de numeralia:

Numeralia


0]. Dos pesos ( aprox. 0.20 USD cents) cuesta un viaje en el metro
1]. 22 kilómetros de viajes diarios (11 de ida y 11 de retorno), 110 kilómetros a la semana son los que recorro.
2]. 30 a 40 minutos en un viaje típico, 90 a 100 minutos en un día catastrófico y que suele coincidir con la temporada de lluvias, o los incidentes en las vías
3]. 30 a 40 minutos de ahorro de ida, 40 a 60 minutos de retorno si viajara en mi auto además del consumo de gasolina, desgaste de frenos y demás inconvenientes que nos provoca la inmovilidad casi tibetana en el circuito interior a eso de las 19 horas, y de paso evito algo el calentamiento global.
4]. 1 libro o revista o artículo me acompaña en el 80% de mis viajes (y lo leo)
5]. 6 de cada 10 veces que viajo en el metro voy sentado ya sea todo o parcialmente el recorrido
6]. 1 de cada 10 veces que viajo en el metro escucho algo de música en mi memoria USB
7]. 1 de cada 10 veces que viajo en el metro me tomo una siesta
8]. 10 de cada 10 veces cedo el asiento a personas notablemente mayores que yo, o a personas con algún tipo de discapacidad o a personas que lleven en brazos a sus bébes y sin importar su genero (sexo).
9]. 0 de cada 10 veces cedo el asiento a mujeres notablemente mas jóvenes que yo y sin importar lo guapas que estén.
10. En una sola ocasión de mi vida "metril" he comprado un disco pirata en DVD, y sólo lo hice porque tenia en video-clip las canciones de los Beatles.
11) 20 son las fotos que he tomado dentro de las instalaciones del metro
12) varios postes sobre el metros he puesto.

Saludos metriles a todos

Poly

martes, 17 de julio de 2007

Ausente unos dias por vacaciones


Mexico - Bancas mojadas, originally uploaded by Polycarpio.

Al fin,
mis tan aniadas vacaciones,
asi que les visitare o posteare cuando pueda.
cuando tenga internet disponible,
o de planto en mis escasos ratos libres,
es decir cuando no este jugando, comiendo o durmiendo.

Felices vacaciones, aunque sean en la azotea (que no es mi caso).

Poly

viernes, 6 de julio de 2007

Que mas se puede desear por dos pesos III (Crónicas desde el metro de la ciudad de Mexico)

Que mas se puede desear por dos pesos III
(Cronicas desde el metro de la ciudad de México)



Que mas se puede desear por dos pesos III

Ver a tantísima gente de todas las dimensiones posibles, tonos de piel desde el rubio ranchero al tan negro que azulea, desde un hombre que por su voluminosidad ocupa literalmente dos asientos, hasta la (el) flac@ como varita de nardo, tan altos que tengo que voltear para arriba y verles la cara, como tan bajos como si fueran pequeños de 7 años.
Mujeres que parecen ranas cuando se suben y damas cuando se bajan, ya que en el trayecto se transformas de Fiona Ogra a Fiona Princesa, pues se terminan de peinar, y de maquillar con habilidades de cirujano, a pesar del movimiento del tren.

Hombres y mujeres (principalmente adultos jóvenes y maduros) que leen diarios, o libros, otros que escuchan música en sus dispositivos electrónicos (ya casi nadie trae su radio de pilas rayovac, o sus discmans, sino mas bien sus memorias uesebes y sus aipods.

Con frecuencia los viajeros van con una gran variedad de expresiones en sus rostros, algunos mirando a lontananza (o mejor dicho, con la mirada perdida), otros con escrupulosa atención a alguna parte de su anatomía como las manos, los dedos y sus uñas, otros mas "durmiendo" (he sido testigo de cómo se levantan de súbito cuando se dan cuenta de que se están pasando de estación, algunos pocos escribiendo, y los mas raros sonriendo.

De hecho, a mi mismo me ha pasado que por tomarme una sistemita matutina, me he despertado justo en la estación en que me debía haber bajado y no lo he hecho para no salir como desesperado y que la gente a mi alrededor se de cuenta de que por dormirme me pase de estación, mejor, muy digno yo, me voy a la siguiente estación y con deliciosa parsimonia me bajo del vagón , para luego como loco desaforado correr por los pasillos para alcanzar al tren que va de regreso a la estación que me deja cerca de mi trabajo, en más de una ocasión he llegado al laboratorio con sudoración excesiva, taquicardia galopante y jadeos respiratorios, casi como si me infartara, con tal de no perderme ni un detalle de la sección de seminarios de ese día.

Pero que quieren que haga si aunque no nací aquí, soy como si fuera de aquí, un chilango.


Continuará…