sábado, 23 de junio de 2007

Que mas se puede desear por dos pesos I


Que mas se puede desear por dos pesos I

Somos miles de personas que paseamos nuestras vidas desde la 5 de la mañana hasta la 1 de la mañana del siguiente día en las oscuras profundidades de los intestinos subterráneos de esta gran ciudad. Donde varios gusanos anaranjados que nos llevan y nos traen a nuestros destinos, unas veces con prontitud, otras con lenta agonía, pero siempre fieles a este transporte público, y que debemos soportar con estoicismo los momentos difíciles, calurosos, y variados en dimensiones formas y olores todos los días de las semanas laborales y a veces mas
.


Por ejemplo a mí, mis conciudadanos han logrado hacer que levite - si leyeron bien que levite - ya que en un par de ocasiones apenas si mis pies tocan lo mundano del suelo a pesar de pesar 90 kilitos, y me han hecho entrar o salir levitando a pesar de hacerlo en contra e mi voluntad. ¿Y como no se ha de viajar rozando con la suelas la superficie del suelo si a mi alrededor hay mas ciudadanos dispuestos a entrar o salir de un vagón que chilangos a encuerase en el zócalo?.


En otras ocasiones he sido víctima del mareo involuntario - no por que no haya desayunado esa mañana, o me halla excedido en rones la noche anterior, o la ensalada campesina (que cuesta todo lo contrario (a precios de hacendado pues)) tuviese el queso roquefort mas fermentado que lo de costumbre - debido a que mis siempre bien amados, pero jamás extrañados, compañeros de viaje son tantos que apenas si nos dejamos los unos los otros respirar debido a la opresión de las panzas sobre los pechos, y que de tanto en tanto, durante el viaje, sintamos que desfallezcamos..


Y además, aunque no me lo crean ustedes, no falta el sujeto que nos convide de las exhalaciones agridulces de una borrachera con algún sucedáneo de tequila o de aguardiente (eso si de lo mas selecto que a 12 pesos venden en botellitas de plástico en cualquier tienda de convivencia - ya que las de abarrotes de las tienditas de las esquinas cada vez son menos) y nos convide muy a pesar de nuestra oposición - de delicados procesos metabólicos y hepáticos que fluyen por los pulmones para ser vertidos a la atmósfera en forma de aldehídos y cetonas - y nos hagan que volteemos violentamente el rostro hacia al otro lado para encontrarnos con gases sulfurosos de dudosa procedencia intestinal y nos haga mejor contener la respiración para que cuando nos desmayemos y recobremos el sentido poco nos importe el aroma del ambiente y sintamos lo escaso del oxigeno como una bendición divina - como cuando nos casi ahogábamos en los chapoteaderos del balneario de nuestro pueblo cuando éramos imberbes y "rancheros".

Continuará…

6 comentarios:

Remo dijo...

Nunca he viajado en el metro del DF, pero supongo que debe de ser una experiencia religiosa, digo sudorosa y eso sí digna de una aventura para contarla después.

No descarto el día en que cuando menos viaje de una estación a otra para "probar" tal tortura.

Saludos con suposición.

El Zórpilo.

webita dijo...

me imaginé cada aroma que describiste, jajajajajaja! wacala, pero debe ser una experiencia bastante enriquecedora, por dos pesos!

Rich. dijo...

Hombre Poly... que gustaso que aun te des tus vueltas por mi Blog... en cuanto a tu post... pues si.... aveces no es muy rico viajar en metro... yo tengo añales que no lo hago.. no en el D.F. la ultima vez no fue tan malo... salvo que yo era un pequeñi y viajaba solo... lo difiicl fue en la entrada... demaciada gente para mi gusto... pero ya en el vago estaba a todas margaritas... solon.. y con algunas cosas que entretienen... los vendedores que gritan y asi... bueno.. saludos Poly.... un abrazo
hasta despues

Anónimo dijo...

Mi Querido PolyCarpio es excelente esto que nos compartes, y que describes tan bien y con ese estilo tan tuyo, que bien pude sentir por segundos tus mareos matutinos...
Me quedó muy intrigada por conocer esa segunda parte de tu Interesante Reflexion...

Nunca me he subido a un transporte de esos.. (en mi rancho no hay) :)
Besos..

Itz Ramírez dijo...

jejeje así es el metro.. que le vamos a hacer..

Te he tenido olvidado un poo mi buen poly, mis disculpas no he tenido buenos dias... y sip son truchas que por cierto después fueron preparadas en la marquesa

Enrico dijo...

¡Nada como un baño de pueblo! Felicidades Poly, como siempre, por aquí andamos.