Borrachera de alegría, crudo de contento
Primera parte
Pues no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, si señor. Ayer me fui a ver a mi favoritismo Serrat y no tan favorito pero si bien escuchado Sabina.
Cada vez que acudo a un concierto de tal magnitud suelo salir temprano desde mi casa, por que desde la salida ya es una fiesta, manejo con tranquilidad, encuentro estacionamiento en un lugar fácilmente localizable, y si me confundo de puerta, pues no hay problema me dirijo a la correcta con toda la parsimonia del mundo, localizo mi fila y lugar, una vez bien ubicado, suelo voltear para todos lados para ver quien de mis cuates anda por ahí (y por que no tambien para ver a las chicas lindas).
Ayer fue la excepción, tuve que llevar a mis mujeres al aeropuerto, pues salieron de viaje, sin mi, por supuesto, ya con casi con un mes de anticipación me habían mandado por un tubo, pues mis mujeres no son tan fanáticas como yo de Serrat (de quien que no me pierdo ningún concierto cuando viene a México), el caso es que en esta ocasión llegue como corredor en tercera y que se patina en el "home" para conseguir un "safe" (en términos beisbolísticos), en otras palabras, estaba ingresado a la sala justo cuando iniciaban los músicos a tocar los primeros acordes, justo es decirles que como estaba a la mera mitad de la fila de los asientos, varios asistentes me casi matan por llegar "tarde" al concierto (y bien que me lo merezco).
Así que me senté y disfruté (esta vez sin voltear ningun lado y solo mirando hacia el escenario) de un excelente evento, el viejo Serrat, cantando canciones que desde lcuando yo tenia 12 años de edad también cantaba (aunque muy desafinado). Vi a Sabina en vivo, por primera vez en mi vida, su aguardentosa voz me agrado mucho, pues aunque mi voz no es igual, también es aguardentosa (hablo como si me hubiera tomado tres tequilas dobles al hilo, pero eso si, sin arrastrarla y si no me creen hagan la prueba cuando se hayan tomado tal cantidad de alcohol y luego pronuncien en voz alta y segura: "Hay vienen los rurales", y si no lo pueden decir bien es ya bailaron), y canto con un sonido muy semejante al de un refrigerador descompuesto (así me lo comento en alguna ocasión un compañero de trabajo).
Primera parte
Pues no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, si señor. Ayer me fui a ver a mi favoritismo Serrat y no tan favorito pero si bien escuchado Sabina.
Cada vez que acudo a un concierto de tal magnitud suelo salir temprano desde mi casa, por que desde la salida ya es una fiesta, manejo con tranquilidad, encuentro estacionamiento en un lugar fácilmente localizable, y si me confundo de puerta, pues no hay problema me dirijo a la correcta con toda la parsimonia del mundo, localizo mi fila y lugar, una vez bien ubicado, suelo voltear para todos lados para ver quien de mis cuates anda por ahí (y por que no tambien para ver a las chicas lindas).
Ayer fue la excepción, tuve que llevar a mis mujeres al aeropuerto, pues salieron de viaje, sin mi, por supuesto, ya con casi con un mes de anticipación me habían mandado por un tubo, pues mis mujeres no son tan fanáticas como yo de Serrat (de quien que no me pierdo ningún concierto cuando viene a México), el caso es que en esta ocasión llegue como corredor en tercera y que se patina en el "home" para conseguir un "safe" (en términos beisbolísticos), en otras palabras, estaba ingresado a la sala justo cuando iniciaban los músicos a tocar los primeros acordes, justo es decirles que como estaba a la mera mitad de la fila de los asientos, varios asistentes me casi matan por llegar "tarde" al concierto (y bien que me lo merezco).
Así que me senté y disfruté (esta vez sin voltear ningun lado y solo mirando hacia el escenario) de un excelente evento, el viejo Serrat, cantando canciones que desde lcuando yo tenia 12 años de edad también cantaba (aunque muy desafinado). Vi a Sabina en vivo, por primera vez en mi vida, su aguardentosa voz me agrado mucho, pues aunque mi voz no es igual, también es aguardentosa (hablo como si me hubiera tomado tres tequilas dobles al hilo, pero eso si, sin arrastrarla y si no me creen hagan la prueba cuando se hayan tomado tal cantidad de alcohol y luego pronuncien en voz alta y segura: "Hay vienen los rurales", y si no lo pueden decir bien es ya bailaron), y canto con un sonido muy semejante al de un refrigerador descompuesto (así me lo comento en alguna ocasión un compañero de trabajo).
Continuará ...
